ABRIL LLUVIOSO
Este abril, según datos del Servei Meteorològic de Catalunya, ha sido globalmente lluvioso en el Pirineo Oriental, si bien ha tenido unas condiciones muy contrastadas durante la primera y segunda quincena del mes:
– La primera mitad de abril ha sido de tiempo anticiclónico, con masas de aire cálido provenientes de África que han traído un par de olas de calor importantes para la época. Esto se ha traducido en Masella con temperaturas por encima de la media climática y pocas precipitaciones en la Cerdanya durante las dos primeras semanas de abril. Aunque las condiciones meteorológicas fueran desfavorables para garantizar la calidad y la cantidad de nieve, hemos mantenido las instalaciones abiertas hasta el domingo 14 de abril. Buena prueba de la suavidad térmica en Masella fue el último día de la temporada en la que en la despedida en bañador los esquiadores iban muy ligeros de ropa.
– La segunda mitad del mes, en cambio, el tiempo ha dado un giro de 360º. Han sido unas semanas marcadas por la retirada del anticiclón hacia el Atlántico que ha favorecido un cambio de masas de aire, con la llegada del frío y con precipitaciones por encima de los 150 l/m2 en todo el Pirineo Oriental. Con la particularidad de que las precipitaciones han sido en forma de nieve abundante por encima de los 1800 m. Prueba de ello es que algunos esquiadores de montaña han vuelto a esquiar desde Coma Oriola hasta la cima aprovechando el manto continuo de nieve hasta la Tosa-2535 m. Las últimas semanas de abril en Masella han sido frías, con temperaturas mínimas de hasta -10ºC por Sant Jordi en la Tosa y con mucha precipitación, con nevadas y lluvias especialmente abundantes del 26 al 30 de abril.
BUENA NOTICIA POR LAS RESERVAS DE AGUA DEL PIRINEO ORIENTAL
Las lluvias y nevadas de Masella y, por extensión en el Pirineo Oriental, son muy buena noticia para paliar la sequía que vive Cataluña, en primer lugar, por los bosques, prados y pastos de alta montaña; en segundo lugar, por las reservas de las cuencas hidrográficas del Ebro (río Segre en el caso de la Cerdanya) y cuencas internas (ríos Ter y Llobregat en el caso de los macizos del Puigmal, la Tosa, Cadí y Moixeró) con la red fluvial que alimentan los principales embalses de Cataluña; y, en tercer lugar, porque representan una aportación a los acuíferos de la Cerdanya y a los lagos de almacenamiento que permiten incrementar las reservas para la producción de nieve, de un agua que después volverá a la naturaleza una vez fundida la nieve de las pistas la próxima primavera. Ahora observaremos cómo evoluciona el tiempo esta primavera-verano para ver si finaliza la sequía.